Algunas contradicciones en la cultura blog
Normalmente mi actitud frente a lo que hago es bastante optimista y en el tema blogs, hay gente que pregunta “pero, ¿todo es bueno con los blogs?”. Obviamente no, como con cualquier actividad tiene sus problemas y desventajas. Y como realmente no soy una talibán de los blogs, me parece que es interesante reflexionar al respecto.
Creo que los blogs traen varios problemas. Por ejemplo, uno que me molesta particularmente, es que en pos de ‘ser el primero’ al publicar, se prioriza lo veloz por sobre lo bueno. Muchos bloggers, casi todos en alguna ocasión, no nos damos el tiempo para pensar en lo que escribimos y nos quema la noticia en las manos. Salimos corriendo a postear como si el estar, el llegar primero, estuviera por encima del ser, de la reflexión sobre lo que vemos o nos sucede.
Inevitablemente, al proponer la inmediatez como ventaja, Internet nos arrastra a promover y valorar lo rápido por sobre lo pensado. Como si algo que sale por reacción fuera más honesto que lo que se toma su tiempo para madurar.
Personalmente trato de que esto no me arrolle. En el trabajo intento que los diseños cumplan su curva de proceso sin la cual los resultados salen verdes, arrebatados, como cuando la carne está quemada por fuera y cruda por dentro. El diseño lleva tiempo de cocción, no mucho, solo el imprescindible. Aunque se pueden hacer trabajos urgentes, nunca son óptimos.
Otro defecto es que el volumen de medios por los que nos informamos, habiendo tantos blogs, es humanamente inabarcable. Esto genera ansiedad y a veces nos lleva a saltar de un lugar a otro y a perdernos sin disfrutar de lo que leemos o vemos. A veces es divertido dejarse llevar, pero también puede ser angustiante.
A su vez, los blogs también ayudamos a acotar esta sensación de infinito porque así como alimentamos el volumen de información, también somos editores de su caudal. Con cada post recortamos el mundo y lo presentamos con principio y fin y en cuotas soportables. Incluso cuando hacemos las típicas listas de ‘los 10 peores/mejores’, o cuando hacemos un meme, contrarrestamos esa sensación de infinito. Es una manera de delimitar cosas, acotar posibilidades y convertir Internet en algo abarcable.
También, aunque muchos tratamos de hablar de lo que sabemos, inevitablemente opinamos sobre lo que no sabemos. Y al final parece que todos sabemos todo. Un día somos pensadores, otro día tecnólogos y mañana expertos en marketing. De alguna manera, un blog valida a su interlocutor, de la misma manera que lo hacen los medios tradicionales. Por tener un blog nos sentimos importantes y con derecho a algo, como todavía sucede con el que escribe un libro. Si sos autor de un libro se supone que sabés. Obviamente ninguna de las dos cosas certifica realmente inteligencia o conocimiento alguno. ‘Postea porque tiene blog’ sería la versión actual del dicho aquel, ‘Habla porque tiene boca’.
Pero a su vez, el blog le da voz al que sabe de un tema, porque facilita su acceso al medio. De manera que si bien muchos hablan sin saber, algunos ahora pueden hablar de lo que saben. Antes era imprescindible pagar o tener contactos. Ahora los nabos y los sabios por igual pueden tener su espacio sin pedir permiso.
Algunos bloggers son muy celosos de los links que ponen. Hay bloggers que utilizan el link como un arma, un rehén o una moneda de cambio. Sólo linkean si les dan algo. Y custodian los enlaces porque para ellos son salidas donde se pierden y escapan lectores, así como un arma de poder. En esto hay mucho de orgullo y de creérsela. Cuando nos niegan un link, cuando otro blog no nos menciona y sentimos que nos ningunea… Nosotros mismos negamos que una de las grandes virtudes de la existencia de los blogs es aceptar y festejar la heterogeneidad y la variedad de opiniones. No hay nada mejor que quien enlaza con generosidad sin esperar menciones a cambio, solo por la riqueza que agregan los links a un post y por el valor que ve en la información enlazada.
Hay otros males que aquejan a la comunidad de blogs y a su contexto, como el pensar que solo lo gratuito es válido, desconociendo así el valor del trabajo, o el abuso del anonimato cuando quien comenta se oculta e insulta sin piedad, lo cual no haría si tuviera al otro delante.
Estos males no se dan aisladamente. Si los blogs triunfan y son furor, es porque muchos de sus valores están en consonancia con los valores de las sociedades en que vivimos. Es obvio decir que podemos ver muchos de estos defectos en otros aspectos de nuestra vidas. Por eso es muy difícil ir contra ellos. Porque la sociedad los ve como positivos y los promueve.
Creo que una manera de combatirlos es reflexionar y e intentar tomar las decisiones a conciencia. Tener un blog es también tener una responsabilidad sobre nuestros lectores. Obviamente que no hay que perder la frescura y es importante divertirnos, pero ya que tenemos el poder de hablar, hay que asumir que lo que decimos y el cómo lo decimos, promueve valores. Como siempre, se trata de pensar qué mundo construimos y en cuál queremos vivir.
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